La litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL), introducida por primera vez en 1980, es desde entonces la opción standard para el tratamiento de los cálculos renales y urinarios. La litotricia extracorpórea es la forma menos invasiva de eliminar los cálculos urinarios ya que no requiere cirugía. La mayor parte de los cálculos se puede tratar eficazmente mediante este método. Consiste en enviar ondas de choque desde el exterior al interior del cuerpo. Estas ondas se transmiten a través de los tejidos hasta alcanzar el cálculo en el punto focal, provocando así su fragmentación. Si el tratamiento es eficaz, los fragmentos más pequeños del cálculo pueden son expulsados del cuerpo de forma natural con la orina.
Las ondas de choque pasan a través de la piel y por tanto evitamos realizar una intervención quirúrgica invasiva. El tratamiento de ESWL no suele ser muy doloroso. No obstante, si los pacientes sienten algo de dolor, el médico que los trata puede usar un analgésico intravenoso suave para conseguir un efecto calmante inmediato. Una litotricia por ondas de choque dura aproximadamente de 30 a 60 minutos y normalmente se realiza ambulatoriamente. Con los litotriptores de última generación, todos los cálculos presentes en el tracto urinario pueden ser tratados con el paciente tumbado cómodamente boca arriba. Utilizando las imágenes de ultrasonidos ( US) y rayos X, el generador de ondas de choque puede posicionarse de forma que las ondas de choque enfoquen el cálculo. Los rayos X o los ultrasonidos se utilizan para visualizar el foco antes, durante y después del tratamiento. [11]
En función del tamaño y la posición de los cálculos, se puede lograr con una sesión de tratamiento ambulatorio altas tasas de éxito. Hay estudios científicos que indican que, en pacientes bien seleccionados sometidos a una ESWL, el 90 % de los cálculos quedan completamente eliminados y además en el 70 % de ellos se consigue con una sola sesión de tratamiento. [12, 13]